CIUDAD DE MÉXICO (OSV News) — Grupos católicos que trabajan con migrantes que atraviesan el traicionero Tapón del Darién han expresado su escepticismo sobre un plan conjunto de Estados Unidos y Panamá para deportar a las personas que atraviesan la espesa selva entre Colombia y Panamá en sus viajes hacia la frontera con Estados Unidos.

Los grupos piden a los gobiernos que atiendan las necesidades de los migrantes y se ocupen de cuestiones como el crimen organizado, que controla el acceso a esa región del Darién. También sostienen que no es fácil disuadir a los migrantes, por lo que es probable que busquen rutas nuevas pero arriesgadas.

“Los esfuerzos que nuestros gobiernos han hecho no han sido suficientes para responder a esta realidad, sobre todo porque están marcados por la visión de la seguridad nacional y desconocen el elemental derecho a la vida, una vida digna”, dijo en un comunicado el 7 de julio el capítulo panameño de la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas, conocida como Red CLAMOR.

“Entendemos que los gobiernos consideran que cerrar la ruta del Darién es lo mejor para las personas migrantes, dado el número de muertes por ahogamientos, picaduras de animales y otros incidentes propios de la selva, además de las violencias ejercidas por parte de criminales”, dijo Scalabrinianas Misión con Migrantes y Refugiados (SMR) en Ciudad de México en un comunicado del 4 de julio.

“Sin embargo, es necesario expresar que estas situaciones no se pueden controlar completamente y mientras no se atiendan las diversas causas que originan la migración, las víctimas seguirán en aumento”, dijo la organización.

El plan anunciado el 1 de julio por los gobiernos de EE.UU. y Panamá proporcionaría ayuda a Panamá para facilitar vuelos de deportación, dirigidos a los migrantes que llegan a través del Tapón del Darién — una travesía notoriamente difícil plagada de delincuentes — y controlada por grupos criminales organizados. Funcionarios estadounidenses con experiencia en el procesamiento de migrantes y la recepción de solicitudes de asilo también ayudarían a sus homólogos panameños sobre el terreno, y el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos colaboraría en la construcción de infraestructuras para las deportaciones.

Más de 500.000 personas pasaron por el Tapón a del Darién en 2023, según el servicio de inmigración de Panamá, lo que supone un fuerte aumento con respecto a principios de la década, cuando la franja selvática se consideraba impenetrable. En lo que va de año, unos 70.000 migrantes han transitado por el Tapón del Darién.

El anuncio se produjo tras la toma de posesión en Panamá de un nuevo presidente, que hizo campaña para frenar la migración irregular a través del país centroamericano.
“No permitiré que Panamá sea un camino abierto a miles personas que ingresan ilegalmente a nuestro país aupados por toda una organización internacional relacionada con el narcotráfico y el tráfico de personas”, dijo el presidente José Raúl Mulino en su toma de posesión el 1 de julio. “Entiendo que hay razones profundas para la migración, pero cada país tiene que resolver sus problemas”.

Muchos de los migrantes que transitan por la brecha del Darién proceden de Venezuela. Pero muchos proceden de otros continentes como África y Asia, desembarcan en Sudamérica y luego se dirigen hacia el norte a través de Panamá, Centroamérica y México. La mayoría de los migrantes no se quedan en Panamá, sino que toman autobuses directos a través del país hasta la frontera con Costa Rica.

Elías Cornejo, coordinador de servicios para migrantes del ministerio jesuita Fe y Alegría en Panamá, dijo que el plan de deportar a los migrantes de Panamá “no es factible porque no hay nada que cerrar”. El Tapón del Darién “es una selva sin hitos fronterizos”.

Cornejo agregó en comentarios a OSV News que los vuelos de deportación son caros y “los vuelos desde (Estados Unidos) no han tenido la capacidad para repatriaciones masivas”.

“Esto es más una búsqueda de efecto mediático qué una solución real. Al ver el fenómeno como tema político electoral cierran vías … más, humanitarias” para atender a los migrantes, dijo.

El acuerdo entre Estados Unidos y Panamá se produce después de que el presidente Joe Biden emitiera una orden ejecutiva que impone temporalmente restricciones a las solicitudes de asilo en la frontera sur de Estados Unidos. El gobierno de Biden presume de que los encuentros con migrantes han caído más de un 40% desde el anuncio del 4 de junio. El Departamento de Seguridad Nacional dijo en un comunicado que había operado más de 120 vuelos de deportación a más de 20 países.

Los católicos que trabajan con migrantes en México informan de un aumento en el tráfico de albergues debido a las deportaciones. También dicen que muchos migrantes en México están tomando un enfoque de esperar y ver cómo va todo con las nuevas reglas, mientras que muchos están tratando de sacar citas con la aplicación CBP One, que les permite entrar en los puertos de entrada y hacer solicitudes de asilo.

“La población está haciendo lo posible de esperar sus citas de CBP One antes que arriesgarse”, afirmó el padre Julio López, secretario ejecutivo de la pastoral migratoria del Episcopado Mexicano.

México también ha intensificado la aplicación de la ley en 2024, y los funcionarios de migración mexicanos a menudo detienen a los migrantes en el norte de México y los envían al sur de México, con la esperanza de disuadirlos de dirigirse de nuevo al norte, según los defensores.

“En las zonas fronterizas del sur y norte del país las autoridades han llevado a cabo detenciones arbitrarias y deportaciones sin el debido proceso, vulnerando los derechos humanos de las personas migrantes”, afirmó la declaración de los Scalabrinianos. “Antes de la deportación, muchas personas permanecen horas y a veces días en una Estación Migratoria donde el acceso a los servicios básicos es limitado”.

El aumento de las medidas para reducir la migración se suma a las dificultades de los migrantes, que corren el riesgo de ser víctimas de delitos como el secuestro, la violación y la extorsión en su tránsito por México.