La primera Misa anual en honor a María bajo el título de Nuestra Señora de las Mercedes en la catedral de San Patricio se celebró el domingo 22 de septiembre. El obispo Santiago Rodríguez, de San Pedro de Macorís en la República Dominicana, fue el celebrante principal y homilista.     

El obispo auxiliar Edmund Whalen, vicario arquidiocesano para el clero, estuvo entre los 10 concelebrantes, al igual que el padre Ambiorix Rodríguez, pastor dominicano de la Iglesia St. Elizabeth en el área de Washington Heights de Manhattan, una comunidad con muchos residentes nacidos o de ascendencia dominicana. Más de 2.000 personas asistieron a la misa de la tarde, que se celebró en español. El día anterior, el obispo Rodríguez pronunció dos charlas y celebró Misa en el IX Congreso de Emaús en Cardinal Spellman High School en el Bronx.          

“Queridos hermanos y hermanas, qué alegría es compartir con todos ustedes nuestra celebración en honor de nuestra patrona, la Virgen de las Mercedes”, dijo el obispo Rodríguez durante las palabras de bienvenida en la Misa de Nuestra Señora de las Mercedes dentro de la catedral repleta. “El pueblo dominicano (es) un pueblo que celebra y reza a Nuestra Madre para que ella, como patrona del pueblo, siga rompiendo las cadenas del pecado (para que los fieles) vivan en gracia”.       

Más adelante en la homilía, el obispo Rodríguez dijo que trae saludos cordiales del pueblo de la República Dominicana, donde los fieles “dan gracias a Dios y rezan por la intercesión de la Virgen de las Mercedes, la Madre de nuestro Salvador”.

El obispo habló de los papeles importantes de María en las Sagradas Escrituras, como en la Natividad, las Bodas de Caná y, antes de estos, “estar al servicio de su prima Elizabeth.” El obispo continuó, “El Libro de la Sabiduría nos invita a ser sirvientes. María es una modelo especial para nosotros como sierva, sierva del Señor. Esto es lo que ella nos enseña, esto es lo que nos pide… Como hizo en las Bodas de Caná de Galilea con los sirvientes: ‘No hagan lo que piensas o quieres; hagan lo que Él (Jesucristo) te pida’”.  

El obispo Rodríguez agregó, “Él es su Hijo, el maestro, el Señor, el Salvador. Por eso hoy los invito a todos y cada uno de ustedes a escuchar lo que el Señor nos pide y a ser sus servidores sinceros, humildes… para hacer la voluntad de Dios”. Citando las lecturas del día, el obispo destacó la importancia de trabajar siempre por la paz, especialmente “en la realidad que vivimos en el mundo de hoy”. 

Y concluyó, “¡Que viva nuestra Madre, la Virgen de las Mercedes! Que el Señor nos bendiga a todos”. Los fieles aplaudieron y vitorearon.  

El padre Rodríguez de St. Elizabeth, al pronunciar el discurso de clausura, expresó su alegría y gratitud por la reunión que es la primera Misa anual de Nuestra Señora de las Mercedes en la catedral de San Patricio, y señaló que él y muchos otros esperan continuar la celebración en los próximos años. “Que Dios y la Virgen María multipliquen su dedicación y amor”, dijo el pastor a los fieles, quienes respondieron con fuertes aplausos. 

Una figura de Nuestra Señora de las Mercedes fue presentada en la procesión de entrada y estuvo expuesta en los escalones del santuario durante la Misa. Tres diáconos asistieron en la liturgia. Los himnos fueron interpretados por el Coro Hispano de la Parroquia de San Antonio de Padua en el Bronx.