Mons. Kevin Sullivan, director ejecutivo de Caridades Católicas de Nueva York, fue el celebrante principal y homilista durante la Misa anual en honor de Nuestra Señora de Coromoto en la Catedral de San Patricio. Nuestra Señora de Coromoto es la patrona de Venezuela.

“Que el amor del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo esté siempre con ustedes”, Mons. Sullivan dijo a los fieles durante las palabras de bienvenida en la Misa, que se celebró la tarde del domingo 15 de septiembre: “Bienvenidos a todos, y damos una gran bienvenida a la comunidad venezolana”. Alrededor de 1,200 personas asistieron a la Misa en español.          

Luego durante la homilía, el monseñor habló de la importancia de la celebración del día, en honor a Nuestra Señora de Coromoto. Y habló del camino de la Sagrada Familia desde Belén hasta Egipto, un viaje sagrado para evitar los peligros que corre el Niño Jesús citados en las Escrituras. “Con su hijo Jesús tuvieron que partir a otro país”, Mons. Sullivan dijo, destacando la difícil situación de los inmigrantes de Venezuela y otras naciones que llegan a los Estados Unidos.                       

Señaló la importancia de aceptar que el sufrimiento es parte de la vida, la importancia de permanecer esperanzados y fieles discípulos de Cristo, y la dedicación que Caridades Católicas de Nueva York mantiene en los servicios que ofrece a los inmigrantes, “en el nombre de Cristo, para dar la bienvenida a las personas que necesitan ayuda para vivir en dignidad en una nueva ciudad, en un nuevo país”.

Además, Mons. Sullivan dijo: “Unidos podemos apoyarnos unos a otros; unidos podemos avanzar poco a poco para vivir una vida que refleje más el amor de Dios”. Y destacó el significado de orar a Cristo, confiar en Él, añadiendo: “En medio de todas nuestras preocupaciones, debemos dar espacio a la presencia de Jesús… Jesús crucificado y resucitado”.     

Magaly Rodríguez de Parada, de 83 años, nacida en Venezuela, estuvo entre los fieles en la Misa. “Esta es una Misa muy importante, muy bonita,”, dijo a The Good Newsroom después de la liturgia, citando los disturbios políticos y sociales en su tierra natal. “Y es importante que estemos aquí – presentes (para orar por Venezuela)”. Ella es feligresa de la Iglesia St. Joseph en Bogotá, Nueva Jersey. 

También en la reunión litúrgica estuvo María E. Mohamad-Montoya, de 29 años, quien nació en Venezuela y asiste a Misa en la Catedral de San Patricio. “La Misa fue espectacular, con mucho sentimiento, esta Misa por Venezuela”, dijo Mohamad-Montoya, destacando su gratitud por la Misa especial. “Sabemos que aquí estamos acompañados”.    

Hacia el final de la Misa, Mons. Sullivan reconoció el trabajo dedicado en Caridades Católicas de la hermana Martha López, MSC, y Talia Lockspeiser, quienes trabajan en estrecha relación con la comunidad inmigrante. “El pueblo venezolano – han sufrido mucho; los estamos ayudando en todo lo que podemos”, dijo la hermana Martha a The Good Newsroom.

La Misa es planificada cada año por la Oficina del Ministerio Hispano de la Arquidiócesis de Nueva York, junto con el archidiocesano Comité Nuestra Señora de Coromoto. El diácono de la Misa fue Daniel Corniel de la Iglesia de la Ascensión en Manhattan. Una imagen de Nuestra Señora de Coromoto apareció en la procesión de entrada y estuvo en exhibición durante la Misa en los escalones del santuario.    

La historia de María bajo el título de Coromoto proviene de su aparición al jefe Coromoto de la tribu Cospes cerca de Guanare, Venezuela, en 1651 y nuevamente al año siguiente. 

Después de la segunda aparición, se descubrió un pequeño cuadro de ella, representada con el Niño Jesús en su regazo. Los venezolanos celebran a Nuestra Señora de Coromoto cada año el 2 de febrero, 8 y 11 de septiembre (el 11 de septiembre es el día festivo oficial). En 1942 Nuestra Señora de Coromoto fue declarada patrona de Venezuela.