
El Papa León reza por las vocaciones, por la paz y por las madres en el Día de la Madre
By: Our Sunday Visitor
Las autoridades italianas estimaron que 100.000 personas se encontraban en la Plaza de San Pedro o en las calles aledañas para unirse al nuevo Papa en la oración del mediodía

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Con una multitud enorme y festiva reunida en la Plaza de San Pedro, el Papa León XIV dirigió su primera recitación dominical de la oración “Regina Coeli” e instó a todos los católicos a rezar por las vocaciones, especialmente al sacerdocio y a la vida religiosa.
Antes de que el Papa apareciera en el balcón central de la Basílica de San Pedro el 11 de mayo, la multitud fue entretenida por docenas de bandas de música y grupos de danza folclórica que habían marchado a la plaza después de asistir a una Misa al aire libre por el Jubileo de las Bandas y del Espectáculo Popular.
El Papa León señaló también que era el Día de la Madre en Italia, Estados Unidos y otros países. “Envío un afectuoso saludo a todas las madres, con una oración por ellas y por las que ya están en el cielo”, dijo. “¡Feliz Día de la Madre a todas las madres!”.
Las autoridades italianas estimaron que 100.000 personas se encontraban en la Plaza de San Pedro o en las calles aledañas para unirse al nuevo Papa en la oración del mediodía.
En su discurso principal, el Papa León dijo que era un “un don de Dios” que su primer domingo como obispo de Roma fuera el domingo del Buen Pastor, en el que la Iglesia proclama un pasaje de Juan 10 “donde Jesús se revela como el verdadero Pastor, que conoce, ama y da la vida por sus ovejas”.
También es el día en que la Iglesia Católica ofrece oraciones especiales por las vocaciones, especialmente al sacerdocio y a la vida religiosa.
Es importante, dijo, que “los jóvenes encuentren en nuestras comunidades: acogida, escucha, estímulo en su camino vocacional” en sus comunidades, y que “puedan contar con modelos creíbles de entrega generosa a Dios y a sus hermanos”, dijo el Papa.
Destacando que el Papa Francisco había lanzado un mensaje en marzo en preparación para esta jornada de oración, el Papa León dijo a la multitud: “Hagamos nuestra la invitación que el Papa Francisco nos dejó en su mensaje para esta jornada en las que nos pedía a acoger y acompañar a los jóvenes”.
“Roguemos al Padre celestial el ser, los unos para los otros, cada uno según su estado, pastores ‘según su corazón’, capaces de ayudarnos mutuamente a caminar en el amor y en la verdad”, dijo el nuevo Papa.
Dejando a un lado el texto preparado, se dirigió a los jóvenes presentes en la plaza, diciendo: “A los jóvenes les digo: ¡No tengan miedo! ¡Acepten la invitación de la Iglesia y de Cristo el Señor!”.
Tras recitar el “Regina Coeli”, mencionó cómo el 8 de mayo, día de su elección, se celebraba el 80 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa.
Aunque eso es motivo de celebración, dijo, “la Tercera Guerra Mundial se está combatiendo a pedazos, como ha afirmado repetidamente el Papa Francisco. Yo también hago un llamamiento a los líderes del mundo, repitiendo esta súplica siempre actual: ¡Nunca más la guerra!”.
El Papa León rezó por el “amado pueblo ucraniano”, diciendo: “Que se haga todo lo posible para alcanzar cuanto antes una paz verdadera, justa y duradera. Que todos los prisioneros sean liberados y que los niños vuelvan con sus familias”. Ucrania afirma que miles de niños han sido llevados a la fuerza a Rusia durante la guerra.
El Papa también dijo a la multitud: “Me causa mucho dolor lo que está sucediendo en la franja de Gaza. Que cese inmediatamente el fuego y que se lleve ayuda humanitaria a la extenuada población civil y que se liberen a todos los prisioneros”.
Elogió a India y Pakistán por alcanzar un acuerdo de alto el fuego, pero dijo: “Pero, ¿cuántos otros conflictos hay en el mundo?”.
El Papa León encomendó su “sentida súplica” por la paz a María, “Reina de la Paz, para que la presente al Señor Jesús y nos obtenga el milagro de la paz”.
Previamente, el Papa León había celebrado la Misa en un altar cercano a la tumba de San Pedro, en la gruta de la Basílica de San Pedro. El padre Alejandro Moral Antón, Prior General de la Orden de San Agustín, a la que pertenecía el Papa, fue el celebrante principal.
Después, según la oficina de prensa del Vaticano, el Papa León se detuvo a rezar ante las tumbas de los pontífices enterrados en la gruta.