
El Bronx camina con Cristo: una procesión eucarística de fe y esperanza
By: Fernanda Pierorazio
El domingo 22 de junio, un día radiante y marcado por un calor extremo, se llevó a cabo una gran procesión con el Santísimo Sacramento por las calles del Bronx, desde la parroquia St. Philip Neri en la calle 202 y Grand Concourse, hasta el Cardinal Hayes High School en la calle 150.

El obispo Joseph Espaillat, vicario episcopal para el Bronx, fue quien hizo el llamado ferviente a todos los sacerdotes del oeste del Bronx para unirse a él a salir con Jesús Eucaristía. El obispo junto con el padre José Félix, decano del oeste del Bronx, organizaron esta conmovedora procesión de fe que reunió a miles de fieles.
El padre José Félix, de origen español, es un entusiasta promotor de las expresiones públicas de fe. Inspirado por la tradición procesional profundamente arraigada en las culturas española e hispana, trabajó en cada detalle con el obispo para hacer realidad esta jornada tan significativa para la Iglesia del Bronx.
A lo largo del trayecto, sacerdotes, diáconos y religiosas, entre las que se encontraban las Hermanas de la Vida, las Siervas de Cristo Resucitado, las Misioneras de la Caridad y otras congregaciones, guiaron momentos de oración y reflexión en inglés y en español, celebrando la diversidad y riqueza espiritual del Pueblo de Dios.
Durante la procesión, el obispo Espaillat participó activamente, animando a los fieles con meditaciones, cantos, oraciones y reflexiones profundas. También invitó a todos a creer en Jesús, pero también a vivir según sus mandamientos. Su cercanía y entusiasmo sirvieron de inspiración y fortaleza espiritual para todos los presentes.
El vehículo que transportó al Santísimo Sacramento estuvo bellamente decorado por la comunidad de la Iglesia Nuestra Señora de las Mercedes, bajo el liderazgo de su párroco, el padre Osvaldo Hernández, quien también lo condujo durante toda la procesión.
La música que acompañó este acto de fe estuvo a cargo de los ministerios musicales de las parroquias Nuestra Señora del Monte Carmelo y San Martín de Porres, cuyas voces y alabanzas crearon un ambiente de profunda adoración, gozo y unidad a lo largo del recorrido.
El padre Fredy Patiño, que colaboró en la organización y ejerció de maestro de ceremonias en la procesión, expresó con emoción: “Este es el sur del Bronx, tierra de esperanza y de fe viva. Bajo el sol ardiente, más de 15.000 corazones caminaron con Jesús realmente presente en la Eucaristía. Hubo oración, hubo alegría, hubo lágrimas… y, sobre todo, hubo amor. Amor de un pueblo que cree, de una comunidad que sabe quién camina entre ellos. No fue solo una procesión, fue un testimonio. El Bronx cree. El Bronx adora. El Bronx camina con Cristo. Así se vive la fe en Nueva York. La Iglesia está viva”.
Según informes del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD, por sus iglas en inglés), más de 15.000 personas participaron en esta extraordinaria manifestación de fe. La magnitud del evento fue tal que incluso unidades policiales de Brooklyn se sumaron para garantizar la seguridad.
A pesar de la alerta por calor, los voluntarios de diversos movimientos eclesiales, entre ellos Emaús, la Renovación Carismática, Lazos de Amor Mariano, el Grupo del Cristo de Esquipulas, el Movimiento Matrimonial y los Cursillistas, entre otros, se encargaron de distribuir agua, asistir en la logística y asegurar un ambiente de recogimiento, alegría y profundo fervor.