En el frío y en medio de fuertes lluvias, los feligreses de cinco iglesias de Washington Heights y la cercana Inwood participaron fielmente en una procesión matutina del Viacrucis, con oraciones, cantos y el Espíritu Santo, en preparación por la Semana Santa. 

El evento del sábado 23 de marzo comenzó a las 9:30 en la Iglesia de la Encarnación en la Avenida San Nicolás. Luego, los feligreses caminaron hasta la Iglesia St. Elizabeth en Wadsworth Avenue, donde los miembros de esa parroquia se unieron a la caminata sagrada anual.          

Desde St. Elizabeth, la creciente y fiel multitud, muchos de ellos bajo paraguas, caminó hasta Nuestra Señora Reina de los Mártires en Arden Street, a la que se unieron los feligreses de esa iglesia, y luego hasta la Iglesia de St. Jude en la Décima Avenida y la Calle 205 Oeste, y a la Iglesia del Buen Pastor en Isham Street y Broadway.     

En el Buen Pastor se celebró una misa al mediodía por el obispo auxiliar Edmund Whalen, quien también sirvió como homilista y participó en toda la procesión. La misa y las oraciones e himnos de la procesión se llevaron a cabo principalmente en español y un poco inglés. Párrocos y vicarios parroquiales de las cinco iglesias sirvieron como concelebrantes.

“Hemos estado haciendo este Vía Crucis, todas las cinco iglesias, durante aproximadamente ocho años, llueva o haga sol”, dijo el padre Félix Reyes, pastor de la parroquia fusionada de Nuestra Señora Reina de los Mártires y St. Jude, a The Good Newsroom en una entrevista telefónica del 25 de marzo, citando la importancia y el carácter sagrado de la procesión.

“Estábamos orando y cantando con la gente, en preparación para el Misterio de la Pasión de nuestro Señor Jesucristo. Tuvimos más de 300 personas en la procesión y cerca de 500 en la misa”, añadió el padre Reyes. 

“Fue un éxito teniendo en cuenta que estaba lloviendo”, dijo Altagracia Mármol, miembra de la Iglesia Nuestra Señora Reina de los Mártires, destacando la cantidad de personas que participaron en la procesión a pesar del clima frío y lluvioso.  

También participaron Raquel Ramos y Krismely García, feligreses de la Iglesia St. Elizabeth; y Ramos dijo: “Eventos como este muestran cómo el pueblo está sediento de Dios y cómo queremos acercarnos a Él cada vez más”. Ella dijo que le gusta especialmente la idea de que varias parroquias realizan la procesión anual. 

García, al notar la alegría de ser guiada en la procesión por su párroco, el padre Ambiorix Rodríguez, y otros sacerdotes a pesar de la fuerte lluvia, dijo que este tipo de reuniones santas “nos dan esperanza de continuar unidos en oración por la paz en el mundo”.