CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Los católicos que celebren la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores el 23 de julio podrán recibir una indulgencia plenaria, que consiste en la remisión de la pena temporal debida por los pecados cometidos, informó el Vaticano.

En un decreto publicado el 5 de julio, el cardenal Mauro Piacenza, jefe de la Penitenciaría Apostólica, dijo que la indulgencia plenaria se extenderá “a los abuelos, a los ancianos y a todos los fieles que, motivados por el verdadero espíritu de penitencia y caridad”, asistan a Misa o a otros oficios para celebrar la jornada mundial y que la indulgencia puede “aplicarse también como sufragio por las almas del purgatorio”.

El decreto establece que la indulgencia se aplicará también a “los fieles que dediquen un tiempo adecuado a visitar presencial o virtualmente, a través de medios de comunicación, a hermanos ancianos necesitados o en dificultad”, como enfermos, abandonados y discapacitados, el 23 de julio.

La indulgencia también está disponible para los ancianos que estén enfermos y “no puedan salir de sus casas por motivos graves”, pero que, no obstante, “se unirán espiritualmente a los servicios sagrados de la jornada mundial, ofreciendo al Dios misericordioso sus oraciones, sus penas y los sufrimientos de su vida”, siempre que cumplan los requisitos para la indulgencia.

Para recibir la indulgencia plenaria, la persona debe mostrar desapego al pecado, confesarse, recibir la Eucaristía y rezar por las intenciones del Papa.

El Papa Francisco celebró la primera Jornada Mundial de los Abuelos y los Mayores en 2021 y decretó que se celebre cada año el domingo más cercano a la festividad de los santos Joaquín y Ana, abuelos de Jesús. El tema de la jornada mundial de este año es “Su misericordia se extiende de generación en generación”, del Evangelio de San Lucas.

El cardenal Piacenza pidió a los sacerdotes que estén disponibles para escuchar confesiones con un “espíritu dispuesto y generoso”.