CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Más de una semana después de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, el Vaticano se unió a las personas que se quejaron de que un segmento del espectáculo protagonizado por artistas drag ofendió a los cristianos.

“La Santa Sede entristecida por algunas escenas de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París, no puede sino unirse a las voces que se han alzado en los últimos días para deplorar la ofensa causada a muchos cristianos y creyentes de otras religiones”, decía la declaración publicada por la oficina de prensa del Vaticano a última hora del 3 de agosto.

La declaración del Vaticano no identificaba específicamente la actuación del 26 de julio, en la que aparecían drags queens, entre ellos uno que llevaba una corona, sentados a una mesa en una escena que a muchos les recordó el famoso cuadro de la Última Cena de Leonardo da Vinci.

“En un acontecimiento prestigioso, en el que el mundo entero se une en torno a valores comunes no debe haber alusiones que ridiculicen las convicciones religiosas de muchas personas”, decía el comunicado del Vaticano.

Aunque insistió en que no estaba cuestionando la libertad de expresión de los organizadores del evento, el Vaticano dijo que esa libertad “encuentra su límite en el respeto a los demás.”

En una rueda de prensa celebrada el 28 de julio, los organizadores de las olimpiadas ofrecieron sus disculpas.

Thomas Jolly, el director creativo francés de la ceremonia de apertura, dijo en la conferencia de prensa que “no pretendía ser subversivo o burlarse o escandalizar”, diciendo que el espectáculo incluía “ideas de la República Francesa”, “ideas inclusivas”, porque en Francia “se nos permite amar a quien queremos, como queremos.”

La declaración del Vaticano se produjo dos días después de que el Papa Francisco hablara por teléfono con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Aunque el Vaticano no proporcionó detalles sobre su conversación, la oficina de Erdogan dijo que le dijo al Papa que la “inmoral” ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos se había burlado de los valores sagrados y pidió que se adoptara una postura común en contra de ella, informó Reuters.