Los nuevos cardenales de 17 naciones están llamados a construir la unidad de la Iglesia, dice el Papa

| 12/10/2024

By: Our Sunday Visitor

El Papa Francisco presidió el servicio de oración con un gran hematoma en la parte inferior de la mejilla derecha y la barbilla

Los nuevos cardenales que fueron elevados al Colegio Cardenalicio por el Papa Francisco el 7 de diciembre, rezan durante la Misa en la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 8 de diciembre de 2024, fiesta de la Inmaculada Concepción.
Los nuevos cardenales que fueron elevados al Colegio Cardenalicio por el Papa Francisco el 7 de diciembre, rezan durante la Misa en la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 8 de diciembre de 2024, fiesta de la Inmaculada Concepción. (Foto CNS/Lola Gomez)

CIUDAD DEL VATICANO (CNS) — Convertirse en cardenal es una llamada insistente a poner a Jesús en el centro de la propia vida, a amar a los pobres como él lo hizo y a fortalecer los lazos de unidad dentro de la Iglesia católica, dijo el Papa Francisco al crear 21 nuevos cardenales de 17 naciones.

“Seguir el camino de Jesús significa, además, ser constructores de comunión y unidad”, dijo el Papa a los nuevos cardenales durante un consistorio celebrado el 7 de diciembre por la tarde en la Basílica de San Pedro.

El cardenal Angelo Acerbi, ex diplomático vaticano de 99 años, fue el primero en recibir su birrete rojo de manos del Papa Francisco. Y el cardenal Domenico Battaglia de Nápoles, a quien el Papa Francisco añadió a la lista de nuevos cardenales en noviembre — un mes después de anunciar a los demás — fue el último.

El cardenal Francis Leo de Toronto fue el único norteamericano entre los nuevos cardenales.

El Papa Francisco presidió el servicio de oración con un gran hematoma en la parte inferior de la mejilla derecha y la barbilla. Se había caído a primera hora del 6 de diciembre, y las fotos de sus audiencias de esa mañana le mostraban con un pequeño vendaje en la barbilla.

Matteo Bruni, director de la oficina de prensa del Vaticano, dijo que el Papa se había golpeado la barbilla con su mesita de noche.

La creación de cardenales tuvo lugar dentro de un servicio de oración, que incluyó la lectura del relato del Evangelio de San Marcos en el que los apóstoles Santiago y Juan piden a Jesús que les conceda “sentarnos uno a tu derecha y el otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria”.

La preocupación de los discípulos por la gloria terrenal también puede contagiar hoy a los seguidores de Jesús, dijo el Papa. “Esto también nos puede suceder a nosotros: que nuestro corazón se pierda, dejándose deslumbrar por el encanto del prestigio, por la seducción del poder o por un entusiasmo demasiado humano por nuestro Señor. Por eso es importante mirar dentro de nosotros mismos, colocarnos con humildad ante Dios y con honestidad preguntarnos: ¿hacia dónde va mi corazón? ¿hacia dónde está andando ahora? ¿En qué dirección se mueve?”.

“Mientras en el grupo de los discípulos la carcoma de la competencia destruye la unidad, el camino que Jesús recorre lo lleva al Calvario” y al sacrificio definitivo, dijo el Papa Francisco a los nuevos cardenales y a las miles de personas — entre ellas los actuales miembros del Colegio Cardenalicio — que se reunieron para celebrar con ellos.

En la cruz Jesús cumplió su misión salvadora, dijo el Papa, “que no se pierda ninguno, que sea derribado finalmente el muro de la enemistad” para que “todos podamos reconocernos hijos del mismo Padre y hermanos entre nosotros”.

“Por eso, al fijar su mirada en ustedes, que proceden de historias y culturas diferentes y representan la catolicidad de la Iglesia”, les dijo el Papa, “el Señor los llama a ser testigos de fraternidad, artesanos de comunión y constructores de unidad. Esta es su misión”.

En un reflejo de la diversidad y universalidad de la Iglesia, cuatro de los nuevos cardenales no vestían sotana roja con sobrepelliz blanco, rematado por una capa roja. En cambio, los dos cardenales de las iglesias católicas orientales — los cardenales Mykola Bychok, greco-católico ucraniano, y George Jacob Koovakad, siro-malabar-católico — llevaban vestimentas de sus tradiciones eclesiásticas. Y los dos dominicos, los cardenales Timothy Radcliffe, teólogo, y Jean-Paul Vesco, arzobispo de Argel, vistieron sus hábitos blancos.

El Papa Francisco entregó a cada uno de los nuevos cardenales de la Iglesia de rito latino un zucchetto rojo, un birrete rojo y un anillo. Los cardenales Bychok y Koovakad recibieron tocados especiales.

Y haciéndose eco de la práctica de hace siglos, cuando el clero de Roma elegía al Papa, el obispo de Roma, a cada uno de los nuevos cardenales se le asignó un título o iglesia “titular” en la ciudad, lo que les convertía en miembros del clero de la diócesis.

El Papa Francisco pidió a los cardenales que vistieran el rojo cardenalicio como recordatorio de su llamada a “ser testigos intrépidos de Cristo y de su Evangelio en la ciudad de Roma y en las regiones lejanas”.

Durante el consistorio, los nuevos cardenales hicieron profesión de fe recitando el Credo en latín y prestaron juramento de fidelidad al Papa Francisco y a sus sucesores “canónicamente elegidos”.

Con el consistorio, el Colegio Cardenalicio alcanzó los 253 miembros, 140 de ellos menores de 80 años y elegibles para entrar en un cónclave para elegir a un nuevo Papa.

Hablando en nombre del grupo, el cardenal Acerbi dio las gracias al Papa Francisco y destacó el compromiso de los nuevos cardenales para fortalecer la unidad de la Iglesia y promover la paz en un momento en que, “por desgracia, la familia humana está perturbada y desfigurada por las desigualdades, las guerras y la pobreza en muchas partes del mundo”.

En su homilía, el Papa dijo a los nuevos cardenales que el Señor les llamaba a ser “un signo luminoso en una sociedad obsesionada con la apariencia y la búsqueda de los primeros lugares”, algo que no debe suceder entre ellos.

“Ámense los unos a los otros con amor fraterno y sean siervos unos de otros, siervos del Evangelio”, les dijo el Papa Francisco.

You can listen to Cardinal Dolan's homily from this evening’s Mass at St. Peter’s Basilica in Rome here.

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