La Misa anual en honor a Nuestra Señora de Nube, una devoción mariana tradicional en Ecuador, se celebró el domingo 15 de diciembre en la Catedral de San Patricio. 

“Les damos la bienvenida a celebrar la fiesta de Nuestra Señora de la Nube, en este tercer domingo del tiempo de Adviento”, dijo el celebrante, el padre Fausto Suárez, un sacerdote visitante de Ecuador, durante las palabras de bienvenida. “En la liturgia, la Iglesia nos invita a estar alegre – a estar alegre en el Señor; esto lo escucharemos en la Palabra. Queremos manifestar esta alegría, esta gratitud a Dios, a través de Nuestra Señora de la Nube”.   

Reconoció la presencia de muchos fieles de ascendencia ecuatoriana, de varias provincias del Ecuador. Alrededor de 1,800 personas asistieron a la Misa de la tarde. El padre Suárez se desempeña como director espiritual de la Asociación de Coros de Nuestra Señora de la Nube en Azogues, Ecuador.              

Mas luego durante la homilía, el Padre Suárez habló del significado de participar “en la mesa del Señor, en la mesa de Su Palabra, en la mesa de Su Eucaristía, para que seamos fortalecidos en la fe, para que continuemos nuestro camino siguiendo El Señor”.

“Durante el tiempo de Adviento queremos mirar con ojos de devoción hacia la Santísima Virgen María; el Señor sigue hablándonos de su llegada, de su cercanía”, afirmó el sacerdote. “De Él proviene la iniciativa de la salvación y de todo lo bueno. Él viene a nosotros. Él nos eligió primero y hoy también nos motiva a estar en Su presencia y a ser partícipes del Pan de la Palabra y del Pan de la Eucaristía”.     

El padre Suárez expresó gratitud gozosa por la Misa anual en honor de Nuestra Señora de la Nube que se celebra en la Catedral de San Patricio desde 1993, y agregó que la Madre María “nos da la bienvenida, nos protege, nos guía, porque nos ama… Uno de los dones del Señor es la  alegría; es una santa alegría, es una alegría cristiana”. Dijo que el mundo también nos ofrece alegrías, “pero que son pasajeras”. Señaló las caídas que vienen con sentimientos de resentimiento e indiferencia, y recordó a los fieles el llamado del Papa Francisco a “renovar el encuentro con Cristo”. 

La procesión de entrada a la Misa incluyó una figura de Nuestra Señora de la Nube, que después fue colocada en las escalinatas del santuario para la liturgia. La Misa anual en la catedral atrae a muchos fieles de la Iglesia de la Asunción en Peekskill, y de la Iglesia Santa María en Wappingers Falls, las cuales tienen grandes poblaciones de inmigrantes de Ecuador.

Historia de Nuestra Señora de la Nube 

Cuando el obispo Sancho de Andrade y Figueroa de Quito, Ecuador, se enfermó gravemente, los fieles locales hicieron una procesión de oración a finales de diciembre de 1696 con la imagen de María desde la Iglesia de Guápulo. En el camino, la Santísima Virgen apareció en el cielo sobre una nube vista por unas 500 personas.

El obispo recuperó milagrosamente su salud; Posteriormente, los frailes franciscanos fundaron un santuario en Azogues, conocido como el Santuario de la Virgen de la Nube. Ahora la Fiesta de la Virgen de la Nube se lleva a cabo en Azogues cada año el 1 de enero. La veneración también fue adoptada por monjas de Lima, quienes llevaron la devoción mariana al Perú.