JERUSALÉN (OSV News) — Se ha confirmado la muerte de tres personas y nueve han resultado heridas, entre ellas el párroco de la iglesia de la Sagrada Familia en Gaza, tras lo que, según las primeras informaciones, fue un ataque israelí con tanques a media mañana contra la parroquia, el 17 de julio.

En un telegrama del 17 de julio, el Papa León XIV dijo que estaba “profundamente entristecido al conocer la pérdida de vidas y los heridos causados por el ataque militar a la Iglesia Católica de la Sagrada Familia en Gaza”, y aseguró al sacerdote argentino Gabriel Romanelli, párroco de la Sagrada Familia, y a toda la comunidad parroquial su “cercanía espiritual”. Rezó por los fallecidos y “por el consuelo de los que están de luto y por la curación de los heridos”.

“Su Santidad renueva su llamamiento a un alto el fuego inmediato, y expresa su profunda esperanza de diálogo, reconciliación y paz duradera en la región”, decía el telegrama.

El Patriarcado Latino de Jerusalén confirmó los heridos y daños en la iglesia en un breve comunicado matutino. “La Iglesia de la Sagrada Familia en Gaza ha sido golpeada por un ataque esta mañana”, decía el primer comunicado del 17 de julio.

En un comunicado posterior, el patriarcado expresó su “más profunda condena” del ataque, afirmando que era una “flagrante violación de la dignidad humana y una flagrante violación de la santidad de la vida y la santidad de los lugares religiosos, que se supone que proporcionan un refugio seguro en tiempos de guerra”.

La declaración subrayaba que el bombardeo había destruido grandes partes del complejo, obligando a las personas con necesidades médicas especiales a evacuar la zona, algunas sin los respiradores que necesitan para sobrevivir, poniendo en peligro sus vidas.

“En este momento crítico, el Patriarcado afirma que las iglesias son faros espirituales y humanitarios que sirven a todos sin discriminación”, dice la declaración. “También hace un llamamiento a la comunidad internacional y a las agencias de las Naciones Unidas para que proporcionen protección urgente a las instituciones religiosas y a los centros humanitarios de la Franja de Gaza y garanticen el respeto del derecho internacional humanitario, que penaliza los ataques contra civiles y lugares de culto”.

Los feligreses fallecidos son Saad Salameh, de 60 años, Fumayya Ayyad, de 84, y Najwa Abu Daoud, una mujer de unos 70 años. Salameh era el conserje de la parroquia y se encontraba en el patio en el momento de las explosiones, según un comunicado de prensa de Cáritas del 17 de julio. Ayyad estaba sentada dentro de una tienda de apoyo psicológico de Cáritas cuando la explosión envió esquirla a la zona y la hirió de muerte. Abu Daoud estaba sentado en la misma tienda que Ayyad, confirmó a OSV News el director general del patriarcado, Sami El-Yousef,

En un comunicado publicado el 17 de julio en X, las Fuerzas de Defensa de Israel afirmaron que son “conscientes de los informes relativos a los daños causados a la Iglesia de la Sagrada Familia en la ciudad de Gaza y a las víctimas en el lugar de los hechos. Se están revisando las circunstancias del incidente”.

“Las Fuerzas de Defensa de Israel hacen todo lo posible por mitigar los daños causados a civiles y estructuras civiles, incluidos los lugares religiosos, y lamentan los daños causados”, declararon las Fuerzas de Defensa de Israel.

A pesar de sufrir una herida leve en la pierna, en un vídeo difundido por el canal de televisión Al-Arabiya, el padre Romanelli aparecía poniendo la mano en la frente de un herido al que sacaban en camilla mientras le acompañaban dos hombres, uno de los cuales le sujetaba una venda a un lado de la cara.

El párroco también fue trasladado al hospital árabe de Al-Ahli para recibir tratamiento, según Reuters, pero se marchó después de ser atendido.

Las fotografías muestran parte del tejado de la iglesia, junto a la cruz, arrasado por el fuego de los tanques, con marcas de quemaduras en la pared y ventanas destrozadas.

“La explosión se produjo cerca de la cruz en el tejado de la iglesia, esparciendo esquirla y escombros por el patio”, dijo Cáritas Jerusalén en un comunicado, añadiendo que la iglesia fue “alcanzada por un proyectil”.

Las dos ancianas estaban sentadas en el interior de la tienda de apoyo psicosocial de Caritas cuando resultaron heridas, según el comunicado. Tres jóvenes que se encontraban a la entrada de la iglesia también resultaron gravemente heridos, según el comunicado.

El comunicado afirma que el padre Romanelli había estado instando a la gente a permanecer en sus habitaciones durante la semana pasada, a medida que se intensificaban los combates en la zona.

“Si el padre Gabriel no nos hubiera advertido de que nos quedáramos en casa, hoy podríamos haber perdido entre 50 y 60 personas. Habría sido una masacre”, citaba el comunicado a uno de “nuestros colegas de Cáritas”.

“Ayer, la amenaza se hizo especialmente grave debido a la presencia de tanques israelíes cerca del recinto de la iglesia y a los continuos ataques en las proximidades”, decía el comunicado.

La Primera Ministra italiana, Giorgia Meloni, condenó el ataque israelí y lo calificó de “inaceptable”.

La comunidad cristiana de la parroquia de la Sagrada Familia cuenta actualmente con unos 600 fieles, según informó el patriarcado latino en un comunicado.

Antes del ataque del 17 de julio, el párroco de esta pequeña comunidad cristiana de la Franja de Gaza admitió en una reciente entrevista a Vatican News que su rebaño ya estaba agotado por la guerra y la grave falta de alimentos.

“El Patriarcado Latino condena enérgicamente esta tragedia y este ataque contra civiles inocentes y contra un lugar sagrado”, escribieron los dirigentes eclesiásticos de Tierra Santa en una declaración hecha pública el 17 de julio por la tarde, hora local.

“Sin embargo, esta tragedia no es mayor ni más terrible que las muchas otras que se han abatido sobre Gaza. Muchos otros civiles inocentes también han sido dañados, desplazados y asesinados. La muerte, el sufrimiento y la destrucción están por todas partes”.

“Ha llegado el momento de que los líderes alcen su voz y hagan todo lo necesario para detener esta tragedia que es humana y moralmente, injustificada”, dijo el patriarcado.

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Judith Sudilovsky escribe para OSV News desde Jerusalén.