El padre William R. Arteaga Vera, de la Diócesis de la Inmaculada Concepción de Loja, Ecuador, fue el celebrante principal y homilista en la Misa anual de Nuestra Señora de El Cisne en la Catedral de San Patricio. Nuestra Señora de El Cisne es patrona del Ecuador. 

“El Evangelio (Marcos 9) nos está invitando, como discípulos de Jesús, a poder conocer más al Maestro, a tener cercanía con el Maestro, en contacto con Él a través de la Eucaristía”, dijo el padre Arteaga a los fieles durante su homilía en la Misa en español del domingo 29 de septiembre. La liturgia de la tarde atrajo a unas 1.400 personas.                      

El padre Arteaga continuó hablando de “lecciones que Jesús nos da para este discipulado”. El sacerdote habló sobre la importancia de evitar el egoísmo, en cambio, buscar formas de servir a los demás, señalando: “Los discípulos del Señor – tú y yo – no podemos vivir de manera egoísta, cerrada, cerrando nuestro corazón. Hoy, Jesús nos propone una apertura, una comunión entre todos los hermanos y hermanas que gustan trabajar para hacer el bien”.                       

Habló de la importancia de que la buena voluntad siga creciendo en nuestras familias, nuestras parroquias y nuestras comunidades, “al tener la actitud generosa de nuestro Padre Dios… Hoy, Jesús nos invita a ser generosos – nosotros, que somos hijos de la Virgen, que amamos a la Virgen…Lastimosamente, hoy vivimos en un mundo egoísta, que dice, Lo que importa es que estoy bien y no me importan los demás’”.           

También, el padre Arteaga destacó la importancia de “extender una mano que nos levante, porque todos necesitamos una palabra de aliento, una sonrisa o un abrazo, pero todo debe venir desde el amor y la generosidad. El Evangelio nos dice que debemos arrancar del corazón todo lo malo, todo lo que nos hace daño. Estén atentos a nuestros pensamientos, a nuestras palabras y a nuestras decisiones… Que Nuestra Señora de El Cisne nos conceda la gracia de vivir para la gloria de Dios”.   

El padre Arteaga es párroco y también ha ocupado cargos diocesanos y de seminario dentro de la Diócesis de la Inmaculada Concepción de Loja.    

Jaime y Linda Pane estuvieron entre los fieles en la Misa; estaban con sus hijo e hija. La parroquia de la familia desde hace mucho tiempo es la Iglesia de la Asunción en Peekskill. 

“Seguimos a la Virgen María; Esto es muy importante”, dijo Jaime Pane a The Good Newsroom antes de la misa. “Es por la fe, es por Cristo”. Dijo que apreciaba que los organizadores hicieron arreglos para que un sacerdote del Ecuador natal de la familia viajará a Nueva York para celebrar la Misa especial.  

El diácono Carlos Campoverde, nacido en Ecuador y de Asunción en Peekskill, pronunció unas palabras finales de alegría y agradecimiento. El padre Brian McWeeney, director arquidiocesano del Apostolado Étnico, estuvo entre los concelebrantes; el coro era de la Asunción. La Misa es planificada cada año por la Oficina del Ministerio Hispano de la Arquidiócesis de Nueva York y el archidiocesano Comité Nuestra Señora de El Cisne.  

Una figura de Nuestra Señora de El Cisne, normalmente guardada en la Asunción en Peekskill, fue presentada en la procesión de entrada y estuvo en exhibición en los escalones del santuario durante la Misa. La parroquia de Peekskill tiene una gran comunidad ecuatoriana. La histórica estatua de Nuestra Señora de El Cisne, esculpida en 1594, está hecha de madera y se conserva en el Santuario Nacional de Nuestra Señora de El Cisne en el pueblo de El Cisne, Ecuador. El 15 de agosto es el día festivo, el mismo día de la fiesta de la Asunción de María.