El obispo auxiliar Joseph A. Espaillat de la Arquidiócesis de Nueva York, durante una Misa especial para el Cursillo de Cristiandad en Nueva York, recordó a los fieles: “Cuando yo tengo a Jesucristo, yo lo tengo todo!’ Y el pueblo respondió “¡Todo!” con entusiasmo. La misa del domingo 21 de abril en la Catedral de San Patricio atrajo a más de 2,000 personas. 

La Misa celebró el Cursillo número 400 (curso de fin de semana) para hombres dentro de la Arquidiócesis de Nueva York. El Cursillo masculino número 400 se llevó a cabo el fin de semana que finalizó el domingo 14 de abril en la Iglesia Holy Cross en el Bronx, donde tiene su sede el Movimiento de Cursillos Arquidiocesano de Nueva York. Cursillo de Cristiandad (cursos cortos de cristianismo), fue fundado en España en 1944. Se centra en el testimonio amistoso del diálogo entre amigos, y en ser testigos leales de la fe.       

“Hermanos y hermanas, hoy estamos aquí con gran alegría porque estamos celebrando el Cursillo número 400 para hombres en la Arquidiócesis de Nueva York”, dijo también el obispo Espaillat durante las palabras de bienvenida en la misa de la tarde. “Así que miles de vidas han sido cambiadas, transformadas. Y no hay nada más importante que continuar la misión que Cristo nos ha dado, la misión de evangelizar”.   

Más adelante en la homilía, el obispo habló sobre el significado de piedad, las vocaciones y que ese día fue el Domingo del Buen Pastor. También habló de Cristo conquistando la tumba,  “y por eso tú y yo tenemos vida en abundancia. ¿Amén?” Y los fieles dijeron “Amén”. Habló de la importancia de obtener sanación espiritual antes de proponerse ayudar a sanar a otros. Y dijo a los fieles que “el Señor nos está recordando que todavía tenemos mucho trabajo que hacer por delante…¿Cómo buscamos nuevas ovejas (para evangelizar)?… Caminemos en el poder de Cristo Resucitado.”

El Obispo Espaillat informó a la congregación que él también tomó el curso de Cursillo aquí en la Arquidiócesis de Nueva York (Cursillo # 330), así como sus padres, que estuvieron presentes, y algunos colegas sacerdotales que se encontraban sirviendo como concelebrantes de la Misa. “Soy cursillista. El Cursillo ha hecho mucho por mí”, señaló.

Pero agregó: “¿Qué piedad tengo si no acepto gente nueva, si no abro las puertas? El Papa Francisco dijo que “la Iglesia es un hospital en el campo”… Necesitamos ser hombres y mujeres de acción”. El obispo citó la defensa de los inmigrantes como una muy buena manera de participar en actividades de alcance, evangelización y servicio. Al presentar estos puntos, el Obispo Espaillat estaba aconsejando a los miembros del Movimiento de Cursillos de Nueva York que se aventuraran más allá del grupo y unieran esfuerzos con otros grupos de la Iglesia en las diversas misiones importantes de la Iglesia. Sería muy bueno, dijo, si esta renovación de Cursillos comenzará aquí en la Arquidiócesis de Nueva York, “no para sí mismo, sino para la gloria de Dios”.

El Cursillo de Cristiandad fue fundado en 1944 en Mallorca, España, por un grupo de laicos liderados por Eduardo Bonnin Aguiló, quien murió en 2008 a los 90 años. En 2015 se abrió una causa para la beatificación y canonización de Bonnin.

Los líderes de Cursillos alientan a los miembros a “orar para que podamos llevar a otros a Jesucristo por la forma en que vivimos nuestras vidas—ultreya, ‘adelante’, como decimos en Cursillo”. El movimiento sigue siendo un movimiento apostólico de la Iglesia principalmente de habla español que intenta dar vida a las verdades cristianas esenciales en la “singularidad, originalidad y creatividad de la persona”. El Cursillo ofrece renovación o renacimiento espiritual, a través de un curso de Cursillo de tres días para comenzar a ser miembro.

Además de “ultreya”, también popular en Cursillos es la frase “de colores”, un recordatorio de tiempos gozosos cuando el amor incomparable e incondicional de Dios es especialmente vívido.

El padre John Higgins, párroco de Holy Cross, es director espiritual del Movimiento de Cursillos Arquidiocesano. Sirvió como concelebrante durante la Misa del 21 de abril. En palabras finales de agradecimiento, le dijo al obispo Espaillat: “Gracias y lo hemos escuchado”, indicando que él y otros líderes de Cursillos de Nueva York atenderán el llamado del obispo. (Hasta la fecha, el número de Cursillos femeninos es 379).

Entre los asistentes se encontraba Emiliano Mejia, 57, feligrés de la Iglesia del Espíritu Santo en el Bronx. El dijo a The Good Newsroom antes de Misa que cuando se unió al Cursillo de Cristiandad en 1996 (Cursillo de Hombres #282) “fue un gran cambio en mi vida, y para mi familia – uno debe estar preparado espiritualmente para lo que viene en el camino…Y el futuro está con los jóvenes; hay que prepararlos para seguir con el Cursillo”.

Mejía estaba con su esposa Glenda Lee Mejía, quien también es Cursillista (Cursillo de Mujeres #246). Después de la Misa, ambos dijeron que acogieron el llamado del obispo a renovar el Cursillo.