Concepción Pérez, de 76 años, ha sido durante mucho tiempo una dedicada voluntaria que ayuda durante las celebraciones de Misas y otras reuniones relacionadas con la fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe.     

Pérez lo ha hecho durante 55 años, primero cuando el santuario Guadalupe estaba ubicado en West 14th Street cerca de la 9th Avenue en Manhattan, y luego cuando se fusionó en 2003 con St. Bernard en West 14th Street cerca de la 7th Avenue, convirtiéndose en el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en San Bernardo. Otra vez ayudará a la parroquia este año con sus reuniones guadalupanas en el santuario en preparación para la Misa anual de Guadalupe en la Catedral de San Patricio, programada para las 10 a.m. del jueves 12 de diciembre, el día festivo.         

Como lo ha hecho a lo largo de los años, Pérez, junta con otros voluntarios de recaudación de fondos, servirá principalmente como vendedora de artículos religiosos (Biblias, rosarios y tarjetas de oración) en el salón parroquial la tarde y noche de la reunión de oración nocturno de Las Mañanitas, el 11 de diciembre hasta la mañana y la tarde siguientes.     

“Cuando era niña en México, mi familia me inculcó la devoción a Nuestra Señora de Guadalupe y durante mi adolescencia”, Pérez, nacida y criada en México, dijo a The Good Newsroom. “Estamos dedicados a su Hijo Jesucristo y a ella, la Virgen María. Esto siempre ha sido muy importante para nosotros. Es más que una tradición, es un renacimiento cada año, un renacimiento en la fe… Es la fe católica la que nos sostiene; No somos perfectos, pero tratamos de vivir como Dios quiere que vivamos, con Cristo en el centro del hogar y la familia.” 

Pérez se jubiló en 2014, después de haber trabajado en el cuidado de niños en un gimnasio de Manhattan. Ella y su esposo Gilberto tienen una hija y una nieta. Su esposo, nacido en Puerto Rico y criado en Nueva York, sirve como ministro eucarístico en el santuario. 

Antonio Gómez, otro feligrés del santuario de Guadalupe, ha servido como voluntario de la novena de Guadalupe allí durante cuatro años, donde se desempeña como organista y cantante de coro. Antes de jubilarse hace cuatro años, formó parte del personal del santuario como director del coro y asistente de oficina durante 21 años. 

“Todo esto es por amor a la Virgen María, para honrar a Nuestra Señora de Guadalupe”, Gómez, de 74 años, casado y padre de cinco hijos, dijo a The Good Newsroom. “Tendremos celebraciones de Misa y servicios de oración del Rosario, incluyendo Las Mañanitas en la víspera de Nuestra Señora de Guadalupe, y durante la noche hasta la mañana del día festivo”. Gómez y su esposa María Teresa, ambos nacidos en México, también tienen ocho nietos y un bisnieto.    

Además de la Misa de Nuestra Señora de Guadalupe en la catedral, habrá una serie de otras reuniones guadalupanas en la Arquidiócesis de Nueva York: 

• Domingo 3 de diciembre al miércoles 11 de diciembre – El santuario celebrará una novena con misas diarias y servicios del Rosario antes de la fiesta de Guadalupe.
• Lunes 9 de diciembre – Se realizarán reuniones adicionales de oración en el santuario en honor a la Fiesta de San Juan Diego. 
• Miércoles 11 de diciembre – La Catedral de San Patricio acogerá un concierto nocturno.
• Jueves 12 de diciembre – Una gran procesión callejera tradicional desde el santuario viajará desde West 14th Street hasta la Catedral de San Patricio antes de la Misa. En los últimos años, la ruta generalmente va hacia el este por 14th Street, hacia el norte por Madison Avenue y luego hacia el oeste por 51st Street hasta la Quinta Avenida. (Dependerá de lo que la policía de Nueva York determine que es la mejor ruta esa mañana). La procesión generalmente consiste de miembros del santuario y de otras parroquias de la arquidiócesis, con muchos de ellos viniendo del servicio nocturno de oración de Las Mañanitas en el santuario.  

El padre Jesús Ledezma, párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en San Bernardo, dijo que la parroquia está muy agradecida por el trabajo voluntario de muchos feligreses durante las reuniones de Guadalupe y en preparación para los eventos. “No podríamos hacer esto todos los años sin ellos”, dijo el párroco, destacando la inmensa dedicación que tienen los fieles de la parroquia en su devoción a la Madre María bajo su título  de Nuestra Señora de Guadalupe.